2. CONSERVACIÓN DE MASA
2.1 CONSERVACIÓN DE MASA
En una reacción química ordinaria, la masa permanece constante, es decir, la masa consumida de los reactivos es igual a la masa obtenida de los productos». Una salvedad que hay que tener en cuenta es la existencia de las reacciones nucleares, en las que la masa sí se modifica de forma sutil, en estos casos en la suma de masas hay que tener en cuenta la equivalencia entre masa y energía. Esta ley es fundamental para una adecuada comprensión de la química.
2.2 CONSERVACIÓN DE MOMENTUM
Si hay dos cuerpos, el momentum total de ellos será p = p1 + p2. Ahora bien, la importancia de este concepto radica en lo siguiente: si el sistema de cuerpos está aislado, es decir, no actúan fuerzas externas sobre él, p es una cantidad que se conserva. Por ejemplo, si dos bolitas o carritos se mueven sobre una misma recta, en condiciones en que el roce pueda ser despreciado, el momentum total del sistema (p) permanece constante en el tiempo, pase lo que pase. Es decir, si las bolitas o carritos chocan, p será exactamente el mismo antes, durante y después del choque. Esta es la ley de conservación del momentum lineal.
2.2.1 PRESIÓN
HIDROSTÁTICA
La presión en un fluido es la presión termodinámica que
interviene en la ecuación constitutiva y en la ecuación de movimiento del
fluido, en algunos casos especiales esta presión coincide con la presión media
o incluso con la presión hidrostática. Todas las presiones representan una
medida de la energía potencial por unidad de volumen en un fluido.
La presión hidrostática es la parte de la presión debida al
peso de un fluido en reposo. En un fluido en reposo la única presión existente
es la presión hidrostática, en un fluido en movimiento además puede aparecer
una presión hidrodinámica adicional relacionada con la velocidad del fluido. Es
la presión que sufren los cuerpos sumergidos en un líquido o fluido por el
simple y sencillo hecho de sumergirse dentro de este.
Un fluido pesa y ejerce presión sobre las paredes y el fondo
del recipiente que lo contiene y sobre la superficie de cualquier objeto
sumergido en él. Esta presión, llamada presión hidrostática, provoca, en
fluidos en reposo, una fuerza perpendicular a las paredes del recipiente o a la
superficie del objeto sumergido sin importar la orientación que adopten las
caras. Si el líquido fluyera, las fuerzas resultantes de las presiones ya no
serían necesariamente perpendiculares a las superficies. Esta presión depende
de la densidad del líquido en cuestión y de la altura del líquido con
referencia del punto del que se mida.
Se calcula mediante la siguiente expresión:
P =
ρgh+P0
2.2.2 MANÓMETROS
El manómetro es un instrumento de medición para la presión
de fluidos contenidos en recipientes cerrados. Se distinguen dos tipos de
manómetros, según se empleen para medir la presión de líquidos o de gases.
Muchos de los aparatos empleados para la medida de presiones
utilizan la presión atmosférica como nivel de referencia y miden la diferencia
entre la presión real o absoluta y la presión atmosférica, llamándose a este
valor presión manométrica; dichos aparatos reciben el nombre de manómetros y
funcionan según los mismos principios en que se fundamentan los barómetros de
mercurio y los aneroides. La presión manométrica se expresa ya sea por encima,
o bien por debajo de la presión atmosférica. Los aparatos que sirven
exclusivamente para medir presiones inferiores a la atmosférica, o negativas,
se llaman vacuómetros. También manómetros de vacío.
P= Patm + ρmgh - ρgd
donde:
ρm = densidad del líquido manométrico.
ρ = densidad del fluido contenido en el depósito.
Si la densidad de dicho fluido es muy inferior a la del
líquido manométrico, en la mayoría de los casos se puede despreciar el término
ρgd, y se tiene
P≈ Patm + ρmgh
De modo que la presión manométrica P-Patm es
proporcional a la diferencia de alturas que alcanza el líquido manométrico en
las dos ramas. Evidentemente, el manómetro será tanto más sensible cuanto menor
sea la densidad del líquido manométrico utilizado.
2.2.3 PRINCIPIO DE
PASCAL
En física, el principio de Pascal o ley de Pascal, es una
ley enunciada por el físico-matemático francés Blaise Pascal (1623-1662) que se
resume en la frase: la presión ejercida sobre un fluido incompresible y en
equilibrio dentro de un recipiente de paredes indeformables se transmite con
igual intensidad en todas las direcciones y en todos los puntos del fluido.
En pocas palabras, se podría resumir aún más, afirmando que
toda presión ejercida hacia un fluido, se esparcirá sobre toda la sustancia de
manera uniforme. El principio de Pascal puede comprobarse utilizando una esfera
hueca, perforada en diferentes lugares y provista de un émbolo. Al llenar la
esfera con agua y ejercer presión sobre ella mediante el émbolo, se observa que
el agua sale por todos los agujeros con la misma velocidad y por lo tanto con
la misma presión.
También podemos observar aplicaciones del principio de
Pascal en las prensas hidráulicas, en los elevadores hidráulicos, en los frenos
hidráulicos, en los puentes hidráulicos y en los gatos hidráulicos.
2.2.4 PRINCIPIO DE
FLOTACIÓN
La flotación es un proceso fisicoquímico de tres fases
(sólido-líquido-gaseoso) que tiene por objetivo la separación de especies
minerales mediante la adhesión selectiva de partículas minerales a burbujas de
aire. En química, es una mezcla heterogénea a nivel molecular o iónico de dos o
más especies químicas que no reaccionan entre sí, cuyos componentes se
encuentran en proporción que varía entre ciertos límites.
El principio de Arquímedes es un principio físico que afirma
que: «Un cuerpo total o parcialmente sumergido en un fluido en reposo,
experimenta un empuje vertical y hacia arriba igual al peso de la masa del
volumen del fluido que desaloja». Esta fuerza1 recibe el nombre de empuje
hidrostático o de Arquímedes, y se mide en newtons (en el SI). El principio de
Arquímedes se formula así:
E=PeV=ρfgV
donde E es el empuje [N], Pe es el peso específico del
fluido [N/m^3],2 ρf es la densidad del fluido, V el «volumen de fluido
desplazado» por algún cuerpo sumergido parcial o totalmente en el mismo, g la
aceleración de la gravedad y m la masa. De este modo, el empuje depende de la
densidad del fluido, del volumen del cuerpo y de la gravedad existente en ese
lugar. El empuje (en condiciones normales3 y descrito de modo simplificado)
actúa verticalmente hacia arriba y está aplicado en el centro de gravedad del
cuerpo; este punto recibe el nombre de centro de carena.
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